Questão 22398

(UFU - 2006)

POR UNA VEZ EN LA VIDA

Victor Rodriguez

 

Gente que conoce a Cova desde hace cinco años dice que nunca la habían visto sonreír. Cuando hay que emplear cada segundo en pensar cómo sacar adelante a cinco hijos con 445 euros 3no queda tiempo para sonreír. Pero hoy, en París, Cova, mujer de hechuras anchas y mirada cansada, sonríe. O no sonríe; se ríe, se parte la caja mientras 4chapotea en el agua que llega directamente del Sena a las fuentes del Trocadero.

A su lado, Amador, 33 años, ocho de ellos a la sombra, hace aguadillas a sus tres hijos y a su mujer, Gema. Se ríe con los ojos, con los dientes, con los brazos y con los tatuajes. Leo, de 45 años, también chapotea. Y Manuela y sus cinco hijos. Y Asun. Y Carmen.Y David. Y Alberto...

Y es ahí, en la Plaza del Trocadero, entre manifestantes de una secta china, patinadores acróbatas, músicos callejeros y parisinos que leen novelas en un idioma que no entiende, donde Cova, María Covadonga Borja, a los 33 años que cree que tiene, descubre el significado de una palabra nueva: relajarse.

Es, en definitiva, la primera vez que Cova disfruta de unas vacaciones. Y como ella, la mayoría de las 42 personas que han viajado a París de la mano del Movimiento Cuarto Mundo. Para alguno, si la cosa no cambia, tal vez sea también la única.

Fundada en París en 1957 por el sacerdote de origen polaco-español Joseph Wrezinski, esta ONG lleva años trabajando por la dignidad de los más pobres en 30 países. Les acompañan, acuden a sus barrios, levantan las llamadas "bibliotecas de calle". Y, cuando pueden, organizan unas vacaciones en el albergue de cuento de hadas a las afueras de París en que el movimiento tiene sede. Nunca hasta ahora lo habían hecho con familias españolas.

"Es estupendo...". Alfredo Escudero, de 37 años, es el marido de Cova. Se diría que "estupendo" es su palabra favorita. Gitano de tez morenísima, la repite a menudo. Aunque, por lo menos hasta hace tres años, su vida y la de los suyos, en una chabola en la que la única agua que tenían era la que inundaba el suelo los días de lluvia, no haya tenido mucho de estupenda.

Las cosas mejoraron en 2002, cuando consiguieron un realojo en un piso de Torrejón de Ardoz (Madrid) que mantienen impecable. Sobre las baldosas del salón de Cova se podría comer. Pero, aunque el día a día es ahora más cómodo, 5Alfredo aún sale a por chatarra para redondear los 445 euros que reciben de la Comunidad de Madrid. A veces, también les toca pedir a los vecinos o rebuscar en las cubetas.

Sentado con Cova y cuatro de sus cinco hijos en el autocar, Alfredo prefiere hablar de otras cosas. 1De lo nerviosos que están sus hijos, por ejemplo "Hoy se han levantado a las siete y...". Por delante, 18 horas de viaje con las otras nueve familias que van de vacaciones con ellos y nueve de los 13 colaboradores de Cuarto Mundo que les acompañan.

"Que por qué nos vamos a Francia". 2Jean Venard pertenece a Cuarto Mundo desde hace 20 años. Casado con otra voluntaria permanente de la organización (en total, son unos 350 por todo el mundo; se dedican al movimiento a tiempo completo y cobran el salario mínimo interprofesional del país en que estén), ha vivido en Francia, en Burkina Faso y en España. "Pues porque vivir en la pobreza cansa mucho. Significa no saber qué darás de comer a tus hijos después del día 15 de cada mes. Tener que decir no a muchas cosas que te piden. No poder vivir cosas sencillas como los demás. No poder vestir como los demás. Ir a buscar trabajo y escuchar que no. Y al final del día tanto no cansa. La gente se merece vacaciones".

Mery sur Oise es un pequeño pueblo a 30 kilómetros de París. Es tan tranquilo que ni siquiera hay una tienda para comprar el pan. Allí está la sede de Cuarto Mundo. Entre pinos, membrillos, ciruelos y lirios naranjas asoman casas rústicas de piedra con vigas de madera y tejas cuadradas: una biblioteca, una capilla, un taller... Pero el edificio más grande es el albergue de tres plantas. Tiene 80 camas. Y es ahí donde se alojan las familias de vacaciones.

"Esto es estupendo", repite una vez más Alfredo mientras mira por la ventana abuhardillada de la habitación 102. Dos camas de madera, sábanas de algodón, mantita de lana, suelo alicatado, ducha con mampara... Habiendo sido una de las cinco o seis últimas personas en salir del Pozo del Huevo, no le hace falta el Sheraton para sentirse un pachá.

Tras un generoso plato de alubias, la tarde transcurre entre conversación, tazas de café, juegos y el solaz en el césped. Unas vacaciones, vaya. Pero es el día siguiente, domingo, el día D del viaje. Con la camiseta que han estado preparando en las últimas semanas, los 42 turistas vuelven al autocar. Destino, al fin, la Ciudad de la Luz.

El Mundo, 07 de agosto de 2005

Marque a alternativa em que o verbo QUEDAR apresenta o mesmo sentido que no fragmento "[...] no QUEDA tiempo para sonreír". (ref. 3)

A

No QUEDA nada en la nevera para la cena.

B

No se QUEDA en casa todo el tiempo.

C

Este color no te QUEDA muy bien.

D

El banco QUEDA cerca de la plaza.

Gabarito:

No QUEDA nada en la nevera para la cena.



Resolução:

 [A]

O verbo "quedar" em espanhol tem vários sentidos. Nas orações "no QUEDA tiempo para sonreír." e "No QUEDA nada en la nevera para la cena." eles tem o sentido de "restar".

Veja os outros sentidos desse verbo nas traduções das alternativas:

A) QUEDA nada en la nevera para la cena. (Não resta nada na geladeira para o jantar.).

B) No se QUEDA en casa todo el tiempo. (Não fica / permanece em casa todo o tempo.).

C) Este color no te QUEDA muy bien. (Esta cor não te cai muito bem. / Esta cor não lhe cai muito bem)

D) El banco QUEDA cerca de la plaza. (O banco fica perto da praça.)

Logo, a alternativa A responde corretamente à questão.



Questão 2399

(UFU/MG)

Estou farto do lirismo comedido do lirismo bem comportado [...]
Quero antes o lirismo dos loucos
O lirismo dos bêbedos
O lirismo difícil e pungente dos bêbedos
O lirismo dos clowns de Shakespeare
− Não quero mais saber do lirismo que não é libertação.

BANDEIRA, Manuel. Libertinagem.

Em relação aos versos citados do poema “Poética” e à obra Libertinagem, de Manuel Bandeira, marque a assertiva INCORRETA.

Ver questão

Questão 2545

 (UFU-2006) Leia o trecho seguinte, de Triste fim de Policarpo Quaresma, que reproduz um diálogo de Ricardo Coração dos Outros com Quaresma e D. Adelaide.

“Oh! Não tenho nada novo, uma composição minha. O Bilac conhecem? (...)quis fazer-me uma modinha, eu não aceitei; você não entende de violão, Seu Bilac.

A questão não está em escrever uns versos certos que digam coisas bonitas; o essencial é achar-se as palavras que o violão pede e deseja. (...)

(...) vou cantar a Promessa, conhecem? Não disseram os dois irmãos. (...)h! Anda por aí como as ‘Pombas’ do Raimundo.”

 

Lima Barreto. Triste fim de Policarpo Quaresma.

 

Parta do trecho lido para marcar a alternativa INCORRETA.

Ver questão

Questão 3019

(Ufu 2016)  O jardim já vai se desmanchando na escuridão, mas Cristina ainda vê uma gravata (cinzenta?) saindo do bolso vermelho. Quer gritar de novo, mas a gravata cala a boca do grito, e já não adianta o pé querer se fincar no chão nem a mão querer fugir: o Homem domina Cristina e a mão dele vai puxando, o joelho vai empurrando, o pé vai castigando, o corpo todinho dele vai pressionando Cristina pra mata. Derruba ela no chão. Monta nela. O escuro toma conta de tudo.

O Homem aperta a gravata na mão feito uma rédea. Com a outra mão vai arrancando, vai rasgando, se livrando de tudo que é pano no caminho.

Agora o Homem é todo músculo. Crescendo.

Só afrouxa a rédea depois do gozo.

Cristina mal consegue tomar fôlego: já sente a gravata solavancando pro pescoço e se enroscando num nó. Que aperta. Aperta mais. Mais.

 

BOJUNGA, Lygia. O abraço. Rio de Janeiro: Casa Lygia Bojunga, 2014. p. 82

 

 

Instantes derradeiros de O abraço, a passagem narra encontro de Cristina com o ‘Homem’. Levando-se em conta o enredo da obra até seu desenrolar nesses momentos finais, Cristina

 

Ver questão

Questão 3021

(UFU - 2016 - 1ª FASE)

 

DIONISOS DENDRITES

Seu olhar verde penetra a Noite entre tochas acesas

Ramos nascem de seu peito

Pés percutem a pedra enegrecida

Cantos ecoam tambores gritos mantos desatados.

 

Acorre o vento ao círculo demente

O vinho espuma nas taças incendiadas.

Acena o deus ao bando: Mar de alvos braços

Seios rompendo as túnicas gargantas dilatadas

E o vaticínio do tumulto à Noite –

Chegada do inverno aos lares

Fim de guerra em campos estrangeiros.

 

As bocas mordem colos e flancos desnudados:

À sombra mergulham faces convulsivas

Corpos se avizinham à vida fria dos valados

Trêmulas tíades presas ao peito de Dionisos trácio.

Sussurra a Noite e os risos de ébrios dançarinos

Mergulham no vórtice da festa consagrada.

 

E quando o Sol o ingênuo olhar acende

Um secreto murmúrio ata num só feixe

O louro trigo nascido das encostas.

 

SILVA, Dora Ferreira da. Hídrias. São Paulo: Odysseus, 2004. p. 42-43.

 

Ao evocar a mitologia, Dora Ferreira reativa em seu poema o mito de Dionisos. Nesse resgate do mito do deus Dionisos, o verso  

Ver questão