(Ufrgs 2015)
The study of game 13aesthetics is a very recent practice, spanning less than two 7decades. Unlike game studies in 4mathematics or the social sciences, 1_________ are much older, games became subject to humanistic study only after computer and video games became popular. This lack of persistent interest might seem 15odd, but only if we see traditional games and computer games as intrinsically similar, 2_________ 19they are not. We might try to explain this lack by noting that games are usually seen as trivial and 16lowbrow by the aesthetic and theoretical elites 3__________ cultivate the 5analysis of artistic 14media objects: literature, the visual arts, theatre, music, etc. But this does not explain the fact that aesthetic studies of games are now not only possible, but even encouraged and supported with funding. What happened to cause this change?
A possible explanation could be that digital games, unlike traditional games or sports, consist of non-ephemeral content (stored words, sounds and images), which 8places them much closer to the ideal object of the 9Humanities, the work of art. Thus, they become visible and textualizable for 29the aesthetic observer, in a way the 6previous 10phenomena were not.
However, 21this sudden visibility, probably also caused by the tremendous economic and cultural 12success of computer games, produces 26certain blind spots in the aesthetic observer, especially if 18he/she is trained in textual/visual analysis, as is usually the case. Instead of treating 22the new phenomena carefully, and as 24objects of 30a study for which no methodology yet exists, they are analyzed with tools that happen to be at hand, such as 27film or narrative theories. Therefore 28we need to outline and promote 23a methodology for 25the aesthetic study of games, 20which, 31given the current 17nascent state of the field, 32will doubtlessly give way to more sophisticated 11approaches in the years to come.
Adapted from: Aarseth, Espen. Playing Research: Methodological approaches to game analysis. Available at: <http://hypertext.rmit.edu.au/dac/ papers/Aarseth.pdf>. Accessed on July 26th, 2014.
Select the alternative that could adequately replace given (ref. 31) without altering the literal meaning of the sentence.
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(ACAFE - 2015)
Brazil cotton deal perpetuates an unhealthy status quo of subsidies
When is a victory for the United States not a victory for the American taxpayer? When it’s an international agreement like the one the Obama administration has just reached to settle a long-running dispute with Brazil over cotton subsidies. The roots of that dispute 1lie in this country’s history of showering federal funds on crop producers, including cotton growers. That particular business received $32.9 billion from Washington between 1995 and 2012, according to the Environmental Working Group, largely through programs that had the effect of rewarding farmers for increasing production. The extra supply dampened prices on the world market, so, in 2002, Brazil complained to the World Trade Organization, which ruled that US cotton subsidies were indeed “trade-distorting” and authorized Brazil to retaliate against US exports. The United States avoided sanctions — not by reforming its programs but by agreeing in 2010 to pay Brazil’s cotton farmers $147.3 million per year.
In short, the US government bought off Brazil’s cotton farmers so that it could 2keep on buying off its own. Under the new settlement, announced Wednesday, Brazil agreed to drop its case at the WTO and to 3forgo any new ones during the five-year term of the farm bill Congress enacted last year. In return, the United States agreed to trim the modest US cotton export credit subsidy program and, most important, to pay Brazil one last dollop of taxpayer cash, in the amount of $300 million.
This is good news to the extent that it fortifies US-Brazil relations on the eve of a new presidential term in that country and that it spares US exporters from the threat of Brazilian retaliation, which could have reached a total of $829 million per year. Yet, in essence, the new deal perpetuates the unhealthy status quo whereby the United States pays Brazil ____ the right ____ continue propping _____ a domestic cotton industry that can ____ should learn to compete ____ its own.
Published by The Washington Post (The text below has been slightly modified to better suit the exam)
Which is the correct sequence of the five words missing in the third paragraph?
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Fonte: Zé Ramalho. Cidadão.
A letra da música trata de um setor da economia fortalecido nos últimos anos, em decorrência do crescimento econômico brasileiro.
Considere as afirmações relativas a esse setor.
Quais estão corretas?
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(UFPR - 2015)
El 34
Alejandro Zambra
Los profesores nos llamaban por el número de lista, por lo que sólo sabíamos los nombres de los compañeros más cercanos. Lo digo como disculpa: ni siquiera conozco el nombre de mi personaje. Pero recuerdo con precisión al 34 y creo que él también me recordaría. En ese tiempo yo era el 45. Gracias a la inicial de mi apellido gozaba de una identidad más firme que los demás. Todavía siento familiaridad con ese número. Era bueno ser el último, el 45. Era mucho mejor que ser, por ejemplo, el 15 o el 27.
Lo primero que recuerdo del 34 es que a veces comía zanahorias a la hora del recreo. Su madre las pelaba y acomodaba armoniosamente en un pequeño tupperware, que él abría desmontando con cautela las esquinas superiores. Medía la dosis exacta de fuerza como si practicara un arte dificilísimo. Pero más importante que su gusto por las zanahorias era su condición de repitente, el único del curso.
Para nosotros repetir de curso era un hecho vergonzante. En nuestras cortas vidas nunca habíamos estado cerca de esa clase de fracasos. Teníamos once o doce años, acabábamos de ingresar al Instituto Nacional, el colegio más prestigioso de Chile, y nuestros expedientes eran, por tanto, intachables. Pero ahí estaba el 34: su presencia demostraba que el fracaso era posible, que era incluso llevadero, porque él lucía su estigma con naturalidad, como si estuviera, en el fondo, contento de repasar las mismas materias. Usted es cara conocida, le decía a veces algún profesor, socarronamente, y el 34 respondía con gentileza: sí señor, soy repitente, el único repitente del curso. Pero estoy seguro de que este año será mejor para mí.
El comportamiento del 34 contradecía por completo la conducta natural de los repitentes. Se supone que los repitentes son hoscos y se integran a destiempo y de malas ganas al contexto de su nuevo curso, pero el 34 se mostraba siempre dispuesto a compartir con nosotros en igualdad de condiciones. No padecía ese arraigo al pasado que hace de los repitentes tipos infelices o melancólicos, a la siga perpetua de sus compañeros del año anterior, o en batalla incesante contra los supuestos culpables de su situación.
Temblábamos cada vez que el 34 daba muestras, en clases, de su innegable inteligencia. Pero no alardeaba, al contrario, solamente intervenía para proponer nuevos puntos de vista o señalar su opinión sobre temas complejos. Decía cosas que no salían en los libros y nosotros lo admirábamos por eso, pero admirarlo era una forma de cavar la propia tumba: si había fracasado alguien tan listo, con mayor razón fracasaríamos nosotros. Conjeturábamos, entonces, a sus espaldas, los verdaderos motivos de su repitencia: inventábamos enrevesados conflictos familiares o enfermedades muy largas y penosas, pero en el fondo sabíamos que el fracaso del 34 era estrictamente académico. Sabíamos que su fracaso sería, mañana, el nuestro.
Disponible en: http://www.literalmagazine.com/english_post/el-34/
La presencia del 34 enseña al narrador que
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(UFPR - 2015)
El 34
Alejandro Zambra
Los profesores nos llamaban por el número de lista, por lo que sólo sabíamos los nombres de los compañeros más cercanos. Lo digo como disculpa: ni siquiera conozco el nombre de mi personaje. Pero recuerdo con precisión al 34 y creo que él también me recordaría. En ese tiempo yo era el 45. Gracias a la inicial de mi apellido gozaba de una identidad más firme que los demás. Todavía siento familiaridad con ese número. Era bueno ser el último, el 45. Era mucho mejor que ser, por ejemplo, el 15 o el 27.
Lo primero que recuerdo del 34 es que a veces comía zanahorias a la hora del recreo. Su madre las pelaba y acomodaba armoniosamente en un pequeño tupperware, que él abría desmontando con cautela las esquinas superiores. Medía la dosis exacta de fuerza como si practicara un arte dificilísimo. Pero más importante que su gusto por las zanahorias era su condición de repitente, el único del curso.
Para nosotros repetir de curso era un hecho vergonzante. En nuestras cortas vidas nunca habíamos estado cerca de esa clase de fracasos. Teníamos once o doce años, acabábamos de ingresar al Instituto Nacional, el colegio más prestigioso de Chile, y nuestros expedientes eran, por tanto, intachables. Pero ahí estaba el 34: su presencia demostraba que el fracaso era posible, que era incluso llevadero, porque él lucía su estigma con naturalidad, como si estuviera, en el fondo, contento de repasar las mismas materias. Usted es cara conocida, le decía a veces algún profesor, socarronamente, y el 34 respondía con gentileza: sí señor, soy repitente, el único repitente del curso. Pero estoy seguro de que este año será mejor para mí.
El comportamiento del 34 contradecía por completo la conducta natural de los repitentes. Se supone que los repitentes son hoscos y se integran a destiempo y de malas ganas al contexto de su nuevo curso, pero el 34 se mostraba siempre dispuesto a compartir con nosotros en igualdad de condiciones. No padecía ese arraigo al pasado que hace de los repitentes tipos infelices o melancólicos, a la siga perpetua de sus compañeros del año anterior, o en batalla incesante contra los supuestos culpables de su situación.
Temblábamos cada vez que el 34 daba muestras, en clases, de su innegable inteligencia. Pero no alardeaba, al contrario, solamente intervenía para proponer nuevos puntos de vista o señalar su opinión sobre temas complejos. Decía cosas que no salían en los libros y nosotros lo admirábamos por eso, pero admirarlo era una forma de cavar la propia tumba: si había fracasado alguien tan listo, con mayor razón fracasaríamos nosotros. Conjeturábamos, entonces, a sus espaldas, los verdaderos motivos de su repitencia: inventábamos enrevesados conflictos familiares o enfermedades muy largas y penosas, pero en el fondo sabíamos que el fracaso del 34 era estrictamente académico. Sabíamos que su fracaso sería, mañana, el nuestro.
Disponible en: http://www.literalmagazine.com/english_post/el-34/
La existencia de un repitente en el colegio parecía improbable ya que
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(PUC/RS - 2015) Considere o texto abaixo, de G. F. de Oviedo, que relata o estabelecimento do império espanhol na América, no livro L’ Histoire des Indies, publicado no ano de 1555.
“O almirante Colombo encontrou, quando descobriu esta ilha Hispaniola, um milhão de índios e índias (...) dos quais, e dos que nasceram desde então, não creio que estejam vivos, no presente ano de 1535, quinhentos, incluindo tanto crianças como adultos (...). Alguns fizeram esses índios trabalhar excessivamente. Outros não lhes deram nada para comer como bem lhes convinha. Além disso, as pessoas dessa região são naturalmente tão inúteis, corruptas, de pouco trabalho, melancólicas, covardes, sujas, de má condição, mentirosas, sem constância e firmeza(...). Vários índios, por prazer e passatempo, deixaram-se morrer com veneno para não trabalhar. Outros se enforcaram pelas próprias mãos. E quanto aos outros, tais doenças os atingiram que em pouco tempo morreram (...). Quanto a mim, eu acreditaria antes que Nosso Senhor permitiu, devido aos grandes, enormes e abomináveis pecados dessas pessoas selvagens, rústicas e animalescas, que fossem eliminadas e banidas da superfície terrestre.
(Apud ROMANO, Ruggiero. Mecanismos da Conquista Colonial. São Paulo: Perspectiva, 1973, p. 76)
Considerando o contexto histórico, pode-se afirmar que o texto de Oviedo representa
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(UFPR - 2015 - 1ª FASE)
Segundo a historiadora Regina da Luz Moreira, “o retorno dos contingentes da FEB precipitou (...) a queda de Vargas em 1945”
(CPDOC. Disponível em: <http://cpdoc.fgv.br/producao/dossies/FatosImagens/FEB>).
Assinale a alternativa que justifica a declaração acima, relacionando a atuação do Brasil, por meio da Força Expedicionária Brasileira (FEB), na Segunda Guerra Mundial com o primeiro governo de Getúlio Vargas (1930-1945).
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(UNICAMP - 2015) O filósofo Aristóteles (384-322 a.C.) definiu a cidadania em Atenas da seguinte forma:
A cidadania não resulta do fato de alguém ter o domicílio em certo lugar, pois os estrangeiros residentes e os escravos também são domiciliados nesse lugar e não são cidadãos. Nem são cidadãos todos aqueles que participam de um mesmo sistema judiciário. Um cidadão integral pode ser definido pelo direito de administrar justiça e exercer funções públicas.
Adaptado de Aristóteles, Política. Brasília: Editora UnB, 1985, p. 77-78.
a) Indique duas condições para que um ateniense fosse considerado cidadão na Grécia clássica no apogeu da democracia.
b) Os estrangeiros, também chamados de metecos, não tinham direitos integrais, mas tinham alguns deveres e direitos. Identifique um dever e um direito dos metecos.
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(UFPR - 2015 - 1ª FASE)
Um sistema amplamente utilizado para determinar a velocidade de veículos – muitas vezes, chamado erroneamente de “radar” – possui dois sensores constituídos por laços de fios condutores embutidos no asfalto. Cada um dos laços corresponde a uma bobina. Quando o veículo passa pelo primeiro laço, a indutância da bobina é alterada e é detectada a passagem do veículo por essa bobina. Nesse momento, é acionada a contagem de tempo, que é interrompida quando da passagem do veículo pela segunda bobina.
Com base nesse sistema, considere a seguinte situação: em uma determinada via, cuja velocidade limite é 60 km/h, a distância entre as bobinas é de 3,0 m. Ao passar um veículo por esse “radar”, foi registrado um intervalo de tempo de passagem entre as duas bobinas de 200 ms.
Assinale a alternativa que apresenta a velocidade determinada pelo sistema quando da passagem do veículo.
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Sabendo que as raízes da equação 2𝑥3 − 6𝑥2 − 26𝑥 + 30 = 0 estão em uma progressão aritmética, então a soma das raízes da equação é igual a:
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